sábado, 19 de enero de 2013

Didáctica y Educación Social: ¿Una convivencia llena de posibilidades?

En esta entrada voy a hablar sobre la Didáctica y la Educación Social que, como bien sabemos, son dos disciplinas distintas pero que en realidad pueden tener muchos aspectos en común. Éste es el eterno debate que educadores y educadoras han llevado a cabo desde la existencia de éstas y su posterior relación. A algunos no les gusta relacionarlas pero, en cambio, otros consideran que la Didáctica es una disciplina importante para la Educación Social.

Esto es así porque, originalmente, a la Didáctica siempre se la ha relacionado con los procesos de enseñanza-aprendizaje llevados a cabo ante un alumnado, es decir, dentro del contexto escolar porque cuando se hablaba de educación se hablaba de escuela. La Didáctica debería sufrir una reconceptualización, ya que existen problemas terminológicos, para que fuese considerada una disciplina científica que no solo utilizara el proceso de enseñanza-aprendizaje en el ámbito escolar, sino también en ambientes organizados de relación y comunicación internacional, con el fin de mejorar la calidad de estos procesos. Es aquí donde encontramos el primer dato en común, ya que se habla de enseñanza en la Didáctica, y lo cierto es que en la Educación Social se dan procesos de enseñanza-aprendizaje en un sentido amplio, no restringido a un único tipo de aprendizaje ni al contexto escolar.

Para poder convencernos de que la Didáctica y de que la Educación Social están relacionadas, debemos saber la respuesta a la siguiente pregunta: ¿Qué puede aportar la Didáctica a la Educación Social?
La Didáctica es una disciplina que lleva a cabo un cambio o una transformación en la persona que recibe la educación. Lleva a cabo un proceso socioeducativo, es decir, un proceso de construcción personal y grupal. Teniendo en cuenta todo esto, llegaremos a la conclusión de que la Didáctica es necesaria para la Educación Social.

Para que la Didáctica se adecue a la Educación Social es necesario que sea capaz de desvincularse del contexto escolar y a su vez, construir una base de conocimientos pensados desde la perspectiva de la Educación Social, es decir, se debe ajustar a un marco en el que haya una gran diversidad de ámbitos de acción, en el que los procesos sean también de educación no formal e informal, en el que exista una gran diversidad de necesidades relacionadas con situaciones problemáticas, en el que se le de más importancia al aprendizaje actitudinal que al conceptual y por último, en el que haya interrelaciones entre los profesionales. Esta es la Didáctica contextualizada en el ámbito Social.

Tenemos que pensar que si la Didáctica desapareciera de la Educación Social, ésta estaría vacía de referentes que orientasen la acción educativa. La Educación Social necesita la Didáctica para guiar, planificar, para tener criterios de reflexión (diagnóstico, planificación de procesos y evaluación), para entender los procesos educativos, para interpretar la realidad, reflexionar, interpretar...

Con todo lo expuesto, llegamos a la conclusión de que la Didáctica es una disciplina útil en todos los ámbitos y aspectos de nuestra vida, que es necesaria para todos los procesos de enseñanza y aprendizaje y , en definitiva, que está relacionada y que convive con la Educación Social.

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